Ya estoy harto de pensar en la acidez del aniversario.
Tengo casi dos horas sin parar de sentir escalofrío que poco o nada se relaciona con el frío inofensivo. La sensación que se mueve ora en las extremidades, ora en cierta parte del torso, deambula maliciosamente en la enferma mente.
No creas que por no haber hecho que todos observaran con sus igualmente psicóticas cabezas lo que tú querías verme escribir, significa que un solo día me haya suprimido las verdades que se avivaron y siguen tan abrasadoras como el letargo simulando deprecación por las faltas destructoras en el amanecer del ciclo nuevo. Es sólo que no me atrevo, como es socialmente común, a mostrar la parte ridículamente débil...
Decirlo abiertamente, aún sigue relampagueantemente vivaz la flama de tu tenaz silueta en el laberinto de mi otrora sobria soledad.
Ahora, agentes externos han hablado y también ellos logran recordarme de aquel momento en que me empujaste al barranco, llegaste hasta cierta profundidad conmigo, y después me grabaste la carta con instrucciones no explícitas para salir. Sin duda, el instante más relevante desde el cual mi corazón empezó a extraer fuerza del aire para llevar energía líquida a mi pequeño ser.
D: como fue eso de q andas pasando x lo mismo de las malas amistades? caray..! .. el consuelo de pensar.. que tarde o temprano nos necesitaran! .., "aunque nada pueda hacer volver la hora del esplendor en la hierba..., encontraremos fuerza en los recuerdos"
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