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10/4/11

Find the motives (despite 18:49 as one potential peril)

Al no tener la oportunidad de alcanzar Blue Valentine, paseo en los trenes, llego a la tienda de discos más cercana a la escuela. Sobra bastante tiempo aún. Aunque ya hay un material específico que haría no tardarme, doy vueltas, miro las novedades.

Y me detengo; la flamante imagen frontal ya me es familiar aun con las pocas veces que la he visualizado. No sólo está a la venta. La tentación ocupa todo, tomo los ostentosos audífonos y todo es eliminado. Atención al tope. Bloom da la bienvenida. A primera instancia, la segunda mitad rebasa a la primera. Separator: tan desigual mas no tan distanciada de Life In A Glasshouse, A Wolf At The Door, o The Tourist. Retiro una copia y apago el reproductor múltiple.

De retorno a la tienda, sigo husmeando por los diversos estantes; la típica muina al percibir tantos antojos no se deja esperar. Y se acrecenta cuando me dicen que no está el único por el que iba. Justo antes de encaminarme a la salida, zumba una voz objetiva ...
"What the heck ...? you already forgot you can get one exact copy of that cheaper? Place that thing back right away, you impulsive juvenile dumbhead!"

¡Maldición! Otra vez vine pa' nada.

El hambre genera comezón, una dispar a la que me ronda sin cansancio. Manos asquerosas por los estuches de los récords. Esperar a llegar a la escuela para conseguir jabón y agua. Como. Sacude las moronas y ve a saludar. La continuación al eterno juego de las metáforas implícitas desde antes de avanzar al pasillo general.

La cada vez más cotidiana instigación a provocar el habla súblime de mi querido amigo musical vuelve. Antes de poder determinar una pieza, un seguidor de mis pensamientos escritos se une y hace su petición sobre una banda. Elijo. Quizá sea que la he interpretado un sinnúmero de veces, o quizá finalmente me estoy familiarizando con la costumbre de que me vean tocar, o quizá ambas.
Como.

Me adentro sin grandes complicaciones. Pero siempre está la opulenta irritante sensación de que llegará la secretaria biónica a hacer añicos la poca inspiración que construyo en los insuficientes segundos que llevo tocando.
















18:49 ... And you are my centre when I spin away out of ... Me es tan difícil pensar que llegará el día en que no piense, al escuchar esas palabras, en ese preciso instante en el que todo era nuevo, todo era desconocido pero conocido a la vez, y la voladora dejó la manzana cambiante, inagotable, radiante, diferente.


















Como. El veneno refresca mi aura y me regocijo. Hasta que el silencio del piano es sustituido por las palabras que incitaron a la escritura de esta entrada: "¡Me has hecho el día!" "¡El mío también!" ... Lo que no mencioné es que, aunque seguramente de una manera ligeramente distinta, ustedes me lo hicieron a mí.

Por eso estudio música.

El compañero deja el pequeño cuarto, y Lucía más una absurda norma interna no demoran en defecar la prolongación del instante. Recubre el luctuoso y fascinante Yamaha, y vamos a echar chiste con los recién llegados. Hoy toca examen de escalas.

El subterráneo decentemente cargado de retorno al nororiente de la urbe. ¡Pero qué repugnancia llegar a hacer lo que faltó! Y será mejor que actúes veloz; para qué quieres desatar las brasas del averno en San Juan de Aragón.

El timbre de mi celular. Leo 3 veces fugazmente el nombre que reconoce el aparato.

Sé perfectamente tu estado desde antes de contestar. Lo que me lía es ¿por qué las últimas 3 veces que has telefoneado alardeas de una blusa de desinhibición que llevas más la de mesura para que al regresar no ardas con unas brasas similares a las mencionadas? ¿Se suponía que no me daría cuenta de eso? Sumado a los reclamos débilmente fundamentados, no comprendo enteramente el fin de los minutos aire para tu ... ¿requisición? ¿oferta? ¿información? ¿o sólo reclamo?
Bien sabes que, de no estarme ahorcando el tiempo, te hubiera acompañado por las otrora seguras calles que nos circundan. Peor con esos cómplices mototaxistas que callan.

Airbag/How Am I Driving? ¡Agh! ¿Cuándo volveré a ver a esa banda de nuevo? ... El tiempo se acabó. Hora de cenar. Mas el apetito se ofusca mientras me trastorno escuchando.

No le quedan minutos a este día.

Quietud.



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Domingo.
¿No saben que el octavo día ya lo viví? Hoy la hora es 03:46. Es demasiado tarde. La realidad se alteró. La firma mezclada con sangre se imprimió detrás de la frente. Claro que lo saben. Está escrito aquí.

2 comentarios:

  1. Muy bueno hermano.

    PD.Por eso estudio musica!!

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  2. Muy bien amigo edgar!! es muy interesante leer como cada quien vive la vida....algo complejo!! pero eso es lo que la hace fascinante

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