El vehículo arranca de regreso, y esta vez ya no existen tinieblas que rodeen enteramente el campo de visión. Como un milagro. Finalmente. El albor arribó con una nívea neblina.
En su cabeza no hay más que memorias de lo recién ocurrido; aún se perciben frescos los restos. Empieza a platicar en silencio, deseando que aquel ángel instructor lo hubiera vigilado en su sueño.
[— Ah! Thought I'd never see you again! Really was thinking you were gone! But no! Your ass is safe and sound! See? Every little part she said was true! Nice guidance, huh?
— You're damn right!
— Knew it! . . . . Everything is not lost
— Certainly!
— You look like you could get some more rest. Go back to sleep.
— Yeah . . . Wow! It is so bloody marvelous to find you again!! ]
Cuando hubo descansado, el tiempo apremiaba con una rapidez bastante similar a la que recordaba en su vida anterior. El suelo era firme de nuevo. Los diminutos residuos, aunque aun evidentes, ya no subyugaban su atención. Solo tuvo un pequeño rato para analizarlo, esta vez sin ningún terror:
Fue algo más que un simple sopor lo que causó el derretimiento del glaciar, algo había neutralizado los 6 sentidos con aspereza.
Ya pronto vendrán.
Los restos dejaron una leve desesperación a la hora de la comida. ¿Aún podía regresar la noche súbitamente? La examinadora llegaría en cualquier momento. Y los siguientes visitantes. Tonto. Sí regresó. Todo estaba probado. Su duda era risible. Y la seguridad apareció.
Abre . . . era alguien irreconocible. El guardián alado había tomado forma humana. ¿Era posible aquello? ¡ No ! ¡ Cómo ! E intentó responder a las preguntas que le hacía mientras se confundía con esta cuestión de la nueva realidad.
¿Se sentía bien?
Sí.
. . . Más que eso.
"Mas qe eso"...
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inexpliqablemente.. suele pasar..!